Todo parte de la evocación, del nacimiento en mi cabeza de recuerdos sobre paisajes u objetos que nunca he visto. Al dibujar una y otra vez la forma de cúpula, dibujos, pinturas, esculturas, no importa, todo evoca en mi esos recuerdos que nunca he vivido.
A raíz de investigar este concepto de lo "no vivido" llego al descubrimiento de una conexión mayor y desconocida del universo, una extraña forma de vivir la espiritualidad y la divinidad en uno mismo.
Diferentes piezas consiguen evocar en mi imágenes que han pasado de lo plano a lo dimensionado, primero en cúpulas de hierro y luego en pequeñas cúpulas de escayola, donde ese misterio de lo oculto se transforma en la visión del alma de las personas.
La última pieza que se presentará este viernes 17 de febrero de 2017 en El Prado, Ondara, en la exposición colectiva Tridimensionalitat 2, logra unir y hacer evidente esta unión, de aquello grande y universal que se transmuta a las personas a través de las almas.
En esta pieza se puede explicar un poco más este entorno conceptual, en el que todas las ideas y comunicaciones parten desde un mismo lugar, el TODO, y llegan de diferente manera a las distintas almas y divinidades. La proyección es la misma pero el efecto es diferente para cada uno.
